Para otras personas puede ser una ola abrumadora, por un lado, el deseo de pasar el tiempo entre carcajadas, juegos y fiesta, pero, por otro lado, el temor de mostrarse en traje de baño, inevitablemente llegan las comparaciones de su cuerpo con los de otras personas del grupo o incluso con su propio cuerpo, el de antes… una lucha constante entre el placer de ir a la playa y la incomodidad.