Tu trabajo me parece indispensable para la educación de nuestros hijos, nunca me hubiera imaginado lo parecido que comemos en casa, ahora entiendo a mi hija y a mi misma. Entiendo que no querer hacerme responsable de mis emociones y de mis sentimientos me seguirán llevando a la comida. Gracias Marisol por presentarme tantos sentimientos que no conocía y sé que ahora podre manejar sin taparlos con la comida, el camino empieza con mucho entusiasmo, quiero vivir en atención a mi.