Hoy en día con tanta mercadotecnia e información de los diferentes estilos para comer, los padres estamos preocupados porque nuestros hijos coman todos los nutrientes que necesitan para crecer sanos, nos preocupan los índices de obesidad que existen en nuestro país y para algunos también es importante que no se vean “gorditos”.
Al mismo tiempo vivimos en una sociedad que les exige aún más tiempo de estudio, de clases extras deportivas o artísticas lo que implica pasar mucho tiempo en el tráfico y más tiempo fuera de casa. Además de que cada día son más las familias donde ambos padres salen a trabajar y corremos contra el tiempo igual que ellos para poder cumplir con nuestras labores.
Por todo esto, tenemos menos tiempo para preparar comida fresca, con calma y hacemos uso de la comida rápida y fácil de preparar como enlatados, pre cosidos, etc. Aunado a ello, tenemos poco tiempo para sentarnos a la mesa y disfrutar el momento de comer en familia. Y cuando hablo de disfrutar, no sólo me refiero a que la comida sea nutritiva, sino a todo lo que involucra: que tenga un rico sabor, que sea un rato agradable, sin prisas, donde la conversación sea pretexto para la unión familiar, un rato divertido y que nos invite a pasar tiempo de calidad juntos.
Los niños entre más pequeños son más presente tienen sus necesidades de hambre fisiológica y saciedad, si no queremos que la pierdan y que aprendan a reconocerlas para que puedan satisfacerlas, debemos respetar su propia autonomía; en lugar de obligarlos a comer dejemos que ellos aprendan a escucharse y a respetar las señales que su estómago y paladar les indica. De esta manera estaremos promoviendo comer con bienestar y que desarrollen una sana relación con la comida.
Para promover el bienestar a la hora de comer te recomiendo estos sencillos Tips:
- Enseña con el ejemplo comiendo y preparando comida nutritiva, pero con rico sabor. Recuerda que los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice.
- Incluye todo tipo de alimentos, no permitas que haya alimentos prohibidos para que no los coman a escondidas.
- Recuerda que a ello les llama la atención la comida colorida, inventando formas diferentes al cocinarla y servirla promueves la curiosidad por los sabores.
- Dejar que ayuden a preparar la comida y dándoles obligaciones de acuerdo a su edad, puede parecerles divertido.
- Llévalos contigo para que ayuden a elegir la comida que vas a comprar: para casa y para el refrigerio que llevaran a la escuela. Esto les ayudara a ser responsables de sus elecciones.
- Dales diferentes opciones al momento de comer y no repitas los platillos muy seguido, este sencillo plan les ayuda a no aburrirse de los mismos sabores.
- Deja que ellos decidan cuanto y qué comer de la comida que preparaste, esto les ayudará a seguir las sensaciones del cuerpo, no los obligues a comer, mejor pregúntales si ya están satisfechos y si no les gusta, dales otra opción. Respeta su autonomía.
- Toma el tiempo necesario para disfrutar la hora de la comida y hagan de este momento un rato lindo en todo sentido: mesa lista, con todo lo necesario y platica agradable.
- Establece límites claros y firmes, pero no castigues o premies con comida, aunque sea el postre, esto evitara que ellos quieran como recompensa o castigo “comer” aun cuando no tengan hambre fisiológica.
- Modela con tu ejemplo que una vida sana incluye comer rico y respetando el hambre y saciedad así como tiempo de ejercicio, diversión, responsabilidades y de sueño.
¡Disfruta la comida y a tu familia!
Próximamente CONFERENCIA vivencial Nutriendo el Bienestar familiar
Psict. Marisol Santillán