Suficiente no siempre es la cantidad.

Suficiente no siempre es la cantidad.

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Suficiente no siempre es la cantidad...

“Tengo más de 30 pares de zapatos, pero casi siempre uso los mismos y más de 5 tenis que nunca uso” “En mi cajón hay más de 5 cremas para la cara cerradas” “Me sorprendo ahorrando y ahorrando dinero en el banco y pocas veces gastando” “Sigo coleccionando ranas desde que era niña, muchas de ellas están en cajas” “Me lo acabo y como esta rico ¡quiero más!”

Son algunos de los comentarios que han compartido durante los talleres… ¿te suena familiar?

¿Cuándo será suficiente? Parece que la simple idea de “tener” es la que llena los huecos que nos hacen sentir incómodos y terminamos con un armario lleno de zapatos que ya no caben, cajas con ranas que no se ven o una panza llena de tanto comer. Pareciera que tener nos hace sentir “dichosos” y entonces… ¿Por qué seguimos queriendo más?

Más ranas, más dinero, más trabajo, más COMIDA, más… porque de alguna manera confundimos la dicha de un momento con la sensación de satisfacción, esa que puede ser un menos efímera y puede prolongarse por mucho más tiempo.

Buscamos un satisfactor inmediato y dejamos de mirar lo que vendrá con ello, como la abstinencia que llega cuando ya no tengo dinero, cuando el doctor me dice que debo bajar de peso, cuando ya no caben en las repisas las ranas o cuando debo regalar los zapatos que nunca usé y con ello, llega una larga resaca emocional y que quizá sea el resorte que nos avienta a querer ¡MÁS!

Por ejemplo, con la comida, si comes cuando no tienes hambre estomacal, la saciedad no llegará a tu cuerpo porque no hay una necesidad real que cubrir y finalmente quedarás lleno, sintiendo el estómago pesado, quizá con malestar físico y emocional: la resaca.

Zapatos que nunca usas y que te sientes culpable cuando te das cuenta de los que has gastado y no lo usas: la resaca. Una colección de ranas o cremas o cualquier otro objeto que está guardado, sin usarse o que ya ni te acuerdas de que los tienes pero que ocupan espacio y te da lastima cuando lo recuerdas… en ningún caso la satisfacción sigue siendo parte de ese objeto o experiencia, el momento dichoso fue de corta duración y pronto te encuentras comiendo o comprando o haciendo la misma conducta para llenar huecos.

Cuando deseamos que cosas externas llenen huecos internos estamos en el camino de la insatisfacción, porque ningún objeto llenará esos vacíos de afecto, de pertenecía, de SENTIRNOS SUFICIENTES.

Sentir que tenemos suficiente no tiene que ver con la cantidad, es más bien una experiencia en la que nos sabemos suficientes, en la que al mirar con verdadera atención puedo notar que no necesito más zapatos o más cremas o más ranas o más comida para saber que “así estoy bien”. También puede ser un momento para reflexionar y encontrar aquello que incomoda o lastima para cubrirlo con lo que en realidad necesita.

Los actos repetitivos para “tener más” o “comer más” son un reflejo del hueco que NO se ha saciado.

“Tener suficiente” es cuando satisfaces los apetitos del corazón, cuando cubres tus necesidades verdaderas, en consecuencia, no será de corta duración. Es entonces cuando serás suficiente para ti mismo y dejarás de buscar afuera de ti.

Psict. Marisol Santillán