El apego y su falsa ilusión.

El apego y su falsa ilusión.

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Las abarrotadas mochilas del apego nos impiden avanzar, hacen lento nuestro paso, nos mantienen anclados al pasado.

Como bien reflexiona el maestro espiritual Ram Dass en Aquí todavía, nada tiene de malo recordar y valorar hechos y cosas del pasado (después de todo somos nuestro pasado), siempre y cuando la identificación con el mismo no oscurezca y dificulte nuestro presente. Podemos ser testigos lúcidos de todo aquello que ha sido parte de nuestra vida, pero es inútil el intento de perpetuar cada instante pretérito.

Esa ilusión nos susurra que, si no soltamos un determinado objeto, si no decimos adiós a aquella situación, si no nos despedimos de quien ya nos dio lo que podía y tenía, si no nos movemos de donde estamos, habremos logrado eso: detener el tiempo. Pero el tiempo sigue su marcha y lo que en verdad conseguimos es permanecer en él con un pasado no resuelto. Esos asuntos inacabados impiden que se abran nuevos horizontes y que podamos internarnos en ellos.

Dicen Serge y Anne Ginger en “La Gestalt, una terapia de contacto”, que las personas emocionalmente maduras registran cuando sus necesidades han sido atendidas y sueltan a la fuente que las proveyó de manera que pueden continuar adelante con su camino. Completan así el ciclo de contacto y retirada y disponibles a la aparición de una nueva necesidad, esto significa digerir las experiencias, incorporarlas y hacer de ellas factores de crecimiento y no de estancamiento, explican los Ginger.

La pregunta a responder no es “Qué otra cosa pudimos haber hecho entonces” o “Qué hubiera pasado sí…”. La pregunta que cuenta es qué haremos hoy y cómo lo haremos. Se trata de observar el pasado, sin ira y sin autocompasión, con la perspectiva del presente, y no de enterrar el presente en el pasado. Así se aligera el peso de la mochila y se hace posible seguir andando.                                                                                                              Fuente: Clotilde Sarrió. Terapia Gestalt. 

 

Apego es el concepto que se usa para nombrar la devoción o la estima que se siente o se evidencia hacia una persona o cosa. Para la psicología el apego es el vinculo afectivo que se extiende en el tiempo y que resulta intenso. La cercanía con la persona o el objeto brinda resguardo y seguridad, la separación provoca amenaza o angustia.

La psicoterapia Gestalt es un acompañamiento que te lleva al darte cuenta, a vivir aquí y ahora, a reconocer que es tuyo y que no, a responsabilizarte de una forma adecuada, a clarificar creencias… en fin, a encontrar Bienestar.

Cualquier tema que merme tu calidad de vida puede revisarse en sesiones de terapia.

Pongo a tu servicio un espacio individual para psicoterapia (adolescentes y adultos).

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Psict. Marisol Santillán